Soy casa, soy árbol,
soy alma de la hoguera
y el incendio que la quema.
Soy hogar, soy familia,
y la furia que las quiebra.
Soy raíz, soy rama,
soy viento, soy tormenta que derriba.
Soy silencio, pero también voz,
desgarradora de tímpanos.
Y sobre todo, sigo siendo cuerpo,
hecha de promesa.